Las propiedades que suma el gas propano le convierten en un recurso energético ideal para un amplio rango de usos industriales, comerciales y agrícolas.
El gas propano permite un rendimiento más elevado gracias a su alto poder calorífico. El almacenamiento del gas en un depósito le da una mayor autonomía. Es una instalación sencilla adaptada a sus necesidades. Además el gas propano es más económico y ecológico ya que reduce considerablemente las emisiones de CO2 y limita los residuos. Por esta razón, el gas propano disminuye además los gastos de mantenimiento. Igualmente el gas propano es polivalente pues sus aplicaciones industriales son numerosas: proceso de cocción con llama directa o indirecta, tratamiento de superficie, fundición y soldadura, horneo de cerámica y alfarería, producción de vapor, calefacción de naves industriales, combustible en carretillas, etc.
Al margen del uso "tradicional" del gas propano en la industria agrícola y ganadera para calefacción, han aparecido nuevas técnicas más eficientes como las calderas de condensación a bajas temperaturas con un rendimiento superior al 100% respecto al PCI muy útiles para calentamiento de naves y para el secado de cereales y tabaco. Igualmente y gracias a la ausencia de azufre en los productos de combustión, existe la posibilidad de instalar un sistema de recuperación del calor y así disminuir el consumo. En los invernaderos, la limpieza de la combustión permite recuperar el CO2 emitido y favorecer el crecimiento de las plantas.
Fácil de instalar, respetuoso con el medio ambiente, cómodo y de alto poder calorífico, el propano a granel es la solución para muchos establecimientos sea cual sea su tamaño o necesidades de energía. El gas propano genera un calor uniforme y controlable en cada momento. Permite la producción de agua caliente y vapor para su uso en hoteles, lavanderías, piscinas, saunas...además de una facturación más clara y un mejor control de su consumo.